Los discos de freno sirven para reducir la velocidad del vehículo y detenerlo mediante la fricción que es producida cuando las pastillas de freno ejercen presión contra ellos. Su vida útil media se encuentra entre los 80.000 y 120.000 km para los discos del eje delantero y de entre 130.000 y 170.000 para el eje trasero.
Lo que necesita saber sobre el cambio de discos de freno
- El mal estado de estos componentes viene indicado por el hecho de que el vehículo tiende a desplazarse hacia un lado durante el frenado. Unos componentes gastados o defectuosos también tienden a hacer vibrar el pedal de freno y a la emisión de chirridos procedentes de esta unidad.
- La sustitución de los discos de freno es bastante sencilla, por lo tanto, contando con ciertas habilidades y con el equipamiento apropiado, es posible sustituirlos por uno mismo. Tenga en cuenta que para esto deberá poner el vehículo en una plataforma elevadora y quitarle las ruedas. Normalmente, para retirar los elementos de sujeción necesitará llaves del tamaño apropiado. También es necesaria una abrazadera tipo C para asegurar las pastillas.
- Los componentes han de sustituirse por parejas en cada eje. Por eso, recomendamos adquirir un kit de discos de freno de una tienda online. Además, deben instalarse nuevas pastillas de freno al mismo tiempo.
- Para evitar que estos componentes sufran un desgaste acelerado, intente reducir la probabilidad de sobrecalentamiento al máximo. Esto podría causar su deformación. En concreto, después de frenar unas cuantas veces, es recomendable enfriar los componentes conduciendo a baja velocidad varias decenas de metros.
- No deje aparcado el vehículo en lugares donde los componentes pueden entrar en contacto con el agua. Esto podría provocar su deformación causada por la disminución de la temperatura. Además, un contacto prolongado con el agua puede provocar la oxidación de los elementos.