BMW ha sido durante muchos años sinónimo de deportividad y comportamiento dinámico al volante. Sin embargo, los modelos más recientes están mostrando un cambio de tendencia. Con el Active Tourer la serie 2, esta marca de Múnich lanzó su primer monovolumen al mercado. Adicionalmente, tiene tracción delantera. El eje de transmisión situado debajo del suelo del coche, tuvo que ser desplazado para dar paso a un habitáculo más espacioso. Además, la tracción trasera típica de BMW fue cambiada a tracción delantera en el BMW Serie 1 de 2019. Muchos aficionados no quedaron contentos con el motor de cuatro cilindros. Los compradores preocupados por el medio ambiente están satisfechos con el nuevo diseño del motor, ya que es capaz de aumentar significativamente la eficiencia del combustible. Pero quienes que no deseen privarse de las ventajas típicas de la marca, harían bien en comprar un modelo usado.
Serie 3 BMW – uno de los vehículos usados más populares del mercado alemán
Con una amplia selección de motores y carrocerías, los modelos de la serie 3 se encuentran entre los vehículos usados más populares en el país de origen de la marca. Tenga cuidado con el 320d, que estuvo disponible sin filtro de partículas diésel. Sin embargo, esto puede se puede equipar posteriormente para que el coche cumpla con las normativas de emisiones actuales. El E90 es muy robusto, mientras que en el diésel N47, los defectos en el cigüeñal y las correas de distribución, no pueden descartarse. Entre los sedanes de lujo de la serie 7, el E38 presenta un mayor desgaste en los frenos y desplazamiento de los terminales de las barras de dirección. Los puntos débiles de la compacta Serie 1 son el sistema de inyección, desgaste de las barras de dirección o latiguillos de freno porosos.
Problemas típicos de los modelos BMW usados
La SUV de lujo X5 es susceptible a la ruptura de las botas de eje, fugas en el sistema de refrigeración y el engranaje de dirección, así como a fallos en la transmisión automática. Los seis cilindros del deportivo Roadster Z3 tienden a tener defectos en las juntas de culata, cabezas de cilindro y los alternadores. En general, es notable el aumento en el desgaste de de las rótulas en el eje delantero así como de las bombillas. Las problemas frecuentes del sucesor Z4 son los relés de la bomba de combustible, luces traseras agujereadas y bobinas de encendido defectuosas.
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